Declinaba el verano de 2008 cuando, como todos los años, llegaban al colegio por primera vez 50 peques con cara de casi todo: ilusión, novedad, sorpresa, dudas, alguna lágrima… Por delante había un recorrido de quince años que se veía casi interminable. Pero el tiempo pasa y no para. Y lo que se veía como un futuro lejano se ha hecho presente. El viernes, 12 de mayo, tenían su despedida oficial aquellos peques que ahora ya no lo son.
Quince años, casi toda su vida, en los que a algunos el devenir los llevó a emprender otro camino. Al mismo tiempo otros se unían al grupo en el paso de EP a la ESO y de la ESO a Bachillerato y, en algún caso, en cursos intermedios.
Ahora unos y otros llegan al final de una etapa importante que los lanzará a otra etapa también importante. Habéis puesto las bases para seguir construyendo. Os deseamos que el “edificio” siga añadiendo pisos y sean pisos de calidad. No olvidéis que todo se construye sobre los cimientos y los cimientos se pusieron aquí. Y como estamos en puerto de mar: ¡buena singladura a todos!